En una comarca del sur de Irlanda vivía un enano apodado Halcón por su gran sabiduría.
Se enorgullecía por haber creado una cerveza artesanal de un especial y diferente sabor.
Pero, sólo conocida por sus amigos en reuniones de guitarras y poesías. quienes con el tiempo la llamaron con el nombre de su hacedor "Cerveza Halcón" .
Un amanecer, cuando Halcón pescaba, vio descender un ángel que posándose sobre las aguas le dijo estirando su mano hacia él:
- Te obsequio este ingrediente divino. Prepararás para San Patricio tres barricas de tu bebida. A la primera le agregarás al fermento de cebada, lúpulo y agua, cerezas; a la segunda colocarás frutillas; a la tercera pondrás miel y en todas siete granos de esta "sal del cielo".
Impactado por lo sucedido pero obediente, hizo sus preparaciones durante tres meses como el mensajero de lo alto, indicara.
Para el día del santo ubicó sus tres barricas en el lugar del festejo, abrió los surtidores que vertían cascadas de aroma y sabor. Los bebedores atraídos por tal maravilla no podían dejar de pagar a cualquier precio los jarros con el néctar espumoso y colorido convirtiéndose en la cerveza más buscada y su creador, en famoso millonario de un día para el otro.
Los festejos de San Patricio pasaron.....la comarca volvió a la normalidad.
Permanecieron en el tiempo las reuniones de guitarras y poesías cada fin de semana, que con el tiempo fueron encuentros que atraían a cientos y cientos de personas de los bosques, de las montañas, de las costas, todos en búsqueda de la "Cerveza Halcón" y el disfrute de la amistad.
En esa jornadas se lo solía escuchar al enano Halcón reflexionar:
- Ahora entendí que al igual que la "Sal" le dio magia a mi Cerveza, también es símbolo del sabor de la vida....
Patricia Palleres
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